Por Martha Guarín R.
La llaman ‘Poeta de los vientos’. Dice que en Niteroi, su ciudad natal, no hay viento pero que sus palabras, sus versos y su prosa son el eco, la voz de las minorías, de los niños abandonados.
En dirección de los legisladores que no lo hacen bien van dirigidos los vientos poéticos de esta brasileña Deth Haak. Su escritura está siempre insuflando una reclamación, también lo hace por un no a la guerra y tiene versos a favor de todos los propósitos que tengan que ver con la convivencia pacífica.
Su verdadero nombre es Odete Pereira, pero se hace llamar Deth Haak, desde que murió su esposo. Ella es una prueba de cómo la poesía puede ser viento que influye en la sociedad.
Se presentó al recinto donde adelantaban un debate a políticos acusados de corrupción por un gremio de la construcción. Con jabón y trapero irrumpió para simbolizar la urgencia de una limpieza de la corrupción. Fue retirada por la Policía y según sus palabras “para destruir ese imperio marginal que mata”. .
Deth está en Barranquilla, tierra de brisa exquisita, que no escapa a su paisaje, pero que a ella la conmovió desde su adolescencia Empezó su militancia defendiendo la tenencia de la tierra de los campesinos desde cuando terminó la secundaria. Adoptó esa postura porque observó que no todos tenían acceso a la escuela, pan en la mesa y morada para vivir. Es una de las invitadas internacionales al Festival Poemarío que timonean desde hoy y hasta el 26 de septiembre la Asociación Cultural Creativa y la Biblioteca Piloto del Caribe, bajo las coordenadas de Aníbal Tobón y Miguel Iriarte, para que corren otros vientos en la ciudad.
http://correvedile.com/
Río y mar de palabras
Recital de inauguración, hoy a las 7:00 p.m. en la Plaza de la Aduana, Vía 40 No.36-135. Lanzamiento con conferencia de Robinson Quintero y Joaquín Mattos sobre la antología ‘Colombia en la poesía colombiana: los poemas cuentan la historia’. Entrada libre. |
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