sexta-feira, 21 de janeiro de 2011

RAUL SOLDI PINTOR DE LA BELLEZA Y LA POESIA


"Quiero que mi pintura tenga un efecto sedante para el alma; que transmita paz, tranquilidad y, sobre todo, poesía", solía decir Raúl Cipriano Soldi, el maestro neorromántico.

Soldi entendió la pintura como un imán para la búsqueda de la belleza y el goce, encarnadas por la bondad, la alegría, la dulzura y la figura femenina, en perpetuo homenaje a su mujer, Estela Gaitán, que lo respaldó para que se dedicara de lleno al arte. También pintó la cúpula del Teatro Colón, uno de los edificios más emblemáticos del Gran Buenos Aires, la iglesia Santa Ana, en Glew ,y los de la Basílica de la Anunciación de Nazareth, en Tierra Santa, además de óleos, acuarelas, pasteles y litografías que suman más de 3000 e integran el patrimonio de instituciones prestigiosas como la Galería Uffizi, en Florencia, el Museo Vaticano y el Museo Nacional de Bellas Artes.

El pintor fue formado bajo el rigor de los maestros italianos en la Academia Brera de Milán. La capilla Santa Ana, guarda los frescos que el maestro pintó a partir de 1953, y durante 23 veranos, en los que plasmó la vida de la madre de María.

"El hombre tiene escondido en su corazón un infinito deseo de soñar. Es imperecedera en él su alma de niño y su necesidad de alimentar ese sueño. Por eso, la pintura debe tener un contenido poético para permanecer en el tiempo. Si sólo resuelve el problema puramente plástico, no trasciende". Palabra de artista.








ATENCION: Para contemplar toda la exposición de este artista argentino, por favor abrir en
la siguiente dirección:

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